Hola, ya hemos realizado nuestra primera salida de grupo, que para la cual teníamos muchas ganas… Esta salida siempre nos gusta mucho, porque es la primera que realizamos y en la que nos empezamos a conocer todos y, además, nos gusta también por la cercanía a Halloween, que, como no, realizamos actividades con una ambientación especial…
En esta salida realizamos varias actividades y juegos que nos gustaron mucho. El primer día, nada más llegar, almorzamos todo el grupo juntos en el patio del albergue. Hicimos un círculo enorme.
Después nos fuimos a ordenar las mochilas en la habitación y preparar las camas para la noche.
Cuando terminamos hicimos un juego de bases sobre los sentidos, en el cuál los Castores tenían que pasar por tres pruebas que correspondían a tres sentidos, el sentido del olfato, el sentido del gusto y el sentido del tacto. En cada prueba había distintos tipos de alimentos y tenían que adivinar qué alimentos habían probado, tocado u olido.
En la prueba del olfato tenían que adivinar el olor de la canela, la mandarina, el queso azul y el algodón de azúcar.
En la prueba del gusto tenían que adivinar el sabor del queso azul, el limón, los canónigos y el azúcar.
En la prueba del tacto tenían que adivinar la textura del kiwi, la gelatina, la harina y los espaguetis.
Al terminar esta actividad, que gustó mucho a los Castores, nos fuimos a comer, que ya se nos pasó la mañana.
Por la tarde, hicimos un cuenta cuentos, en el cual los Castores se dividieron en tres grupos y tenían que crear y representar una historia en base a unas palabras aleatorias que les repartimos a cada grupo. Estuvimos creando, dibujando, recortando y ensayando nuestras historias para después representarlas cada grupo delante de los demás. Quedaron muy bien… ¡Es que estos Castores son muy creativos!
Después, nos relajamos de los nervios del directo con una merienda especial de Halloween, en la que los Grandes Castores les hicimos unas recetas muy divertidas y decorativas.
Después de la merendola tan rica, nos fuimos a disfrazarnos y a pintarnos las caras. ¡Nos convertimos en seres espeluznantes!
Y, para seguir con la ambientación, salimos fuera del patio a jugar al «diplodocus», en el que Ojo de Halcón empieza a contar una historia y de repente dice la palabra «diplodicus» y entonces los Castores tienen que esconderse rápido y el que amaga tiene que decir el nombre de los primeros que vea, pero sin moverse del sitio.
Ya después de que nos recorran escalofríos por el cuerpo con las historias de Ojo de Halcón, nos fuimos a lavarnos las manos y a cenar. Y después nos fuimos a lavarnos las caras, ponernos el pijama y a costar. Ya se nos había hecho la hora de dormir.
A la mañana siguiente y con una hora más de sueño (el cambio de hora nos pilló en la salida), nos despertamos con mucha energía, y un poco antes de tiempo, se ve que no estaban cansados los Castores.
En esta mañana hicimos un juego sobre los Consejos de Malak, en el cuál teníamos cinco globos de cinco colores. En cada globo había un poco de harina y un papel que podía corresponder con un Consejo de Malak o con un papel engañoso, que no tenía ningún Consejo escrito. Nos dividimos otra vez en tres grupos y cada grupo tenía que venir a por un globo y explotarlo con el culo. Después, si habían conseguido el que tenía el Consejo, lo leían en voz alta delante de todos y lo pegaban en un papel, si no tenían que volver a intentarlo con otro globo. ¡Hasta los Grandes Castores nos divertimos con este juego!
Y ya después de este juego, almorzamos y nos fuimos a recoger las mochilas para estar preparados cuando nos vayamos.
Pero no nos lo pasamos mal recogiendo… Entre medias bailamos algunas canciones y jugamos a «las películas».
Después jugamos un poco fuera y nos fuimos a comer.
Y para finalizar el día, evaluamos la salida y… ¡nos comimos unas deliciosas chuches!
Nos lo pasamos super chachi esta salida, estamos deseando que llegue la próxima, que se realizará en Navidad. Esperamos que vengan más Castores, que seguro que se lo pasarán igual que nos los hemos pasado nosotros.